Ana Paula & José Israel

Todo empezó cuando, en una tarde en el parque la mexicana, salí con unos amigos siendo el mal quinteto en aquella double date. Un poco harta de chaperonear, pregunté si no tenían un amigo que me presentaran. Después de pensar sobre mi petición, una de mis mejores amigas, recordó que su novio tenía un amigo que era muy afín a mi, es decir, tenía muchas cualidades de las que yo buscaba: Católico, allegado a su familia, inteligente y guapo. Me dijo, que tenía un plan con él y otros amigos en común para ir al estadio de béisbol para ver jugar a los Diablos Rojos de CDMX. Así, se coordinó todo para que la ida al estadio de puros hombres se volviera un plan mixto.

Yo estaba en el trabajo cuando recibí un mensaje en un grupo de whatsapp donde se preguntaba si, a nuestro plan de ir al estadio, se podrían incluir parejas y amigas y al ver que los demás aceptaban, no tuve otra opción que decir que sí. Se creó entonces un nuevo grupo con todos los invitados y revisé quienes habían sido convocados al estadio y pude deducir por las fotos, que todos los integrantes tenían pareja excepto una chica que no conocía. Me di cuenta del plan de mis amigos. Así que, exigí que invitaramos a otro amigo para que no me presentaran a nadie. No me agradaba la idea de una cita a ciegas y a traición, porque nadie me preguntó.

El día 18 de mayo del 2019, las mujeres nos organizamos para irnos en un solo coche. Los hombres, también se fueron juntos y ellos bien puntualitos ya estaban esperándonos ahí.  Pero por muchas peripecias y el tráfico llegamos 2 horas tarde. Isra estaba molesto por tener que esperar afuera del estadio sin poder entrar hasta que estuviéramos todos. Cuando llegamos, lo saludé, me llamó la atención, se me hizo guapo pero lamentablemente, debido a las circunstancias, no cruzamos más de cinco palabras.